El último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) revela una dinámica mixta en las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas (pymes) durante el mes de abril. Si bien se registró un crecimiento interanual del 3,7% a precios constantes, marcando el quinto aumento consecutivo en esta comparación tras los significativos incrementos de diciembre (17,7%), enero (25,5%), febrero (24%) y marzo (10,5%), se observó una retracción del 1,8% en la comparación mensual respecto a marzo.
Este comportamiento mensual indica que, a pesar de la tendencia positiva a nivel interanual, el sector minorista pyme retomó una senda bajista después de un leve repunte del 0,1% en el consumo durante marzo, que había interrumpido dos meses consecutivos de caídas. En el acumulado del primer cuatrimestre del año, las ventas minoristas pymes experimentaron un aumento total del 14,9%.
Un aspecto destacable del informe es que todos los rubros analizados mostraron incrementos en sus ventas en la comparación interanual. El liderazgo en este crecimiento lo ostentó nuevamente el sector de perfumería, con un notable 9,1%, seguido de cerca por alimentos y bebidas, con un 6,3%. Al observar el acumulado de los primeros cuatro meses del año, alimentos y bebidas se mantiene como el rubro con mayor expansión, alcanzando un 19,8%.
Sin embargo, el análisis del escenario de abril por parte de CAME arroja luz sobre un contexto complejo para el comercio pyme. Se señala que, si bien las ventas se mantuvieron estables o ligeramente activas, los márgenes de ganancia se vieron significativamente reducidos debido a los elevados costos de servicios, impuestos y alquileres.
Además, el bajo poder adquisitivo de los consumidores actuó como un factor limitante del consumo, llevando a muchos comercios a vender principalmente artículos de primera necesidad. Aunque algunos rubros experimentaron una reactivación estacional, la percepción generalizada entre los comerciantes fue de incertidumbre y preocupación sobre la sostenibilidad de la situación.
Ante este panorama desafiante, la mayoría de los comerciantes pymes adoptaron diversas estrategias para afrontar las dificultades, incluyendo la diversificación de productos ofrecidos y la implementación de medidas para la reducción de gastos operativos.
En cuanto a las políticas económicas prioritarias desde la perspectiva de los empresarios pymes, una abrumadora mayoría, el 86,7% de los encuestados, considera que el Gobierno debería implementar una reducción impositiva a corto plazo como medida fundamental para apoyar al sector. A esta solicitud le siguen en importancia las medidas orientadas a estimular la demanda interna.
Mirando hacia el futuro, las expectativas del sector pyme muestran un optimismo cauteloso. El 56,7% de los empresarios encuestados manifestó esperar una mejora en la economía de su empresa de cara al próximo año. Por rubros, Textil e indumentaria lidera las expectativas positivas con un 63,2%, seguido por Farmacia, donde un 58,2% anticipa mejoras dentro de un año.
El informe también detalla el rendimiento específico de cada uno de los rubros analizados en las comparaciones interanual e intermensual desestacionalizada, proporcionando una visión granular de la situación en cada sector. Esta información subraya la heterogeneidad del impacto de la situación económica en los diferentes segmentos del comercio minorista pyme.