Discriminada
Mendoza es la cuarta provincia que menos recibe de Nación por transferencias no automáticas
Según un informe privado, quedó en el puesto 21 del ranking nacional. Desde el gobierno local relativizan el impacto de estos envíos.
Las transferencias no automáticas del Estado nacional a las provincias vienen creciendo en términos reales, pero la expansión no ha sido uniforme en el territorio argentino. Un informe de la consultora Analytica, elaborado en base a datos del Ministerio de Economía, muestra que Mendoza sigue entre las provincias que menos fondos recibe por esta vía.
Entre enero y mayo, la provincia obtuvo apenas $4.254 per cápita en concepto de transferencias no automáticas, es decir, aquellas que no se distribuyen por fórmulas objetivas como la coparticipación, sino por decisión directa del Poder Ejecutivo. Ese monto coloca a Mendoza en el puesto 21 de un total de 24 jurisdicciones, sólo por encima de La Pampa ($3.696), San Luis ($2.837) y Córdoba ($1.989).
El ranking está liderado por Santa Cruz, que recibió $47.945 por habitante, seguida por Neuquén ($36.285) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ($28.656), esta última sin contar los fondos retenidos por decisión judicial en el marco del conflicto por la coparticipación. La brecha entre extremos es muy marcada: la provincia patagónica obtuvo casi doce veces más fondos por persona que Mendoza en el mismo período.
El “giro discrecional” de los fondos
A diferencia de los envíos automáticos, que se distribuyen con base en la Ley de Coparticipación Federal, las transferencias no automáticas —también conocidas como discrecionales— responden a decisiones políticas del Gobierno nacional. Este tipo de recursos suele utilizarse para financiar obras públicas, programas sociales, asistencia ante emergencias o convenios específicos con las provincias.
En lo que va de 2025, a pesar del ajuste generalizado en la administración pública y del fuerte recorte en algunas partidas, estas transferencias aumentaron en términos reales debido a una combinación de inflación más baja y un crecimiento nominal de los envíos. Sin embargo, no todas las provincias se beneficiaron por igual.
No es la primera vez que Mendoza queda relegada en el reparto de recursos discrecionales. En años anteriores también se ubicó por debajo del promedio, en parte por no contar con una relación fluida con el gobierno nacional de turno. La administración de Alfredo Cornejo no logró revertir esta tendencia.
En paralelo, provincias con menor población como Santa Cruz o La Rioja (que recibió $20.365 per cápita) figuran entre las más beneficiadas. El caso de Neuquén, con fuerte peso en la producción de gas y petróleo no convencional, se explica en parte por la necesidad de sostener inversiones en Vaca Muerta. CABA, pese al conflicto judicial con la Nación, también se ubica alto en la lista.
El contraste con Córdoba es notorio. La provincia del centro del país aparece última en el ranking, con solo $1.989 per cápita.
“A nosotros no nos mueve la aguja”
Consultado sobre la posición de Mendoza en el reparto de las transferencias no automáticas, el ministro de Hacienda provincial, Víctor Fayad, minimizó el impacto de estos fondos en las cuentas locales. “Lo único discrecional en esas transferencias son los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Los han repartido exclusivamente para emergencias”, explicó.
Según Fayad, el resto de los envíos que se computan como discrecionales están destinados al funcionamiento de hospitales u otros programas específicos. “Las transferencias discrecionales hoy son prácticamente irrelevantes. Ley pareja no es rigurosa”, apuntó.
El funcionario remarcó además que Mendoza históricamente ha recibido poco, independientemente del gobierno nacional de turno. “Hay provincias que recibían mucho y hoy nada. Nosotros nada, ni antes ni ahora”, sostuvo. Y agregó: “A nosotros no nos mueve la aguja. A otras provincias, como Santa Cruz, que tiene un hospital que recibe fondos de la Nación, seguramente sí les afecta”.
De esta manera, desde el gobierno provincial aseguran que la baja posición en el ranking no obedece a un conflicto político actual, sino a una estructura de distribución que, según señalan, nunca benefició a Mendoza.
