Ante el reciente aumento del dólar, que en la última semana se acercó a los $1.400 y acumuló una suba del 13% en julio, las principales empresas de consumo masivo están enviando a los supermercados nuevas listas de precios con aumentos de hasta el 8%. Se espera que estas remarcaciones comiencen a verse en las góndolas la próxima semana, coincidiendo con el cobro de los sueldos de julio, un momento de alta actividad de compra.
Para contrarrestar la devaluación, el Banco Central ha tomado medidas, como la suba de los encajes bancarios, para reducir la cantidad de pesos en circulación. Sin embargo, esto no ha detenido la reacción de las empresas.
Fuentes del sector supermercadista y mayorista confirmaron que empresas como Unilever, Mondelez y SC Johnson son algunas de las que ya han notificado los nuevos precios. Estos aumentos impactan directamente en productos de primera necesidad, como alimentos, bebidas, y artículos de limpieza, higiene y tocador.
- Unilever: Produce marcas muy conocidas como Hellmann’s, Knorr, Dove, Axe, Lux, Comfort y Lifebuoy.
- Mondelez: Es responsable de productos como Terrabusi, Oreo, Milka, Tita, Rhodesia, Beldent, Tang y Clight.
- SC Johnson: Elabora artículos para el hogar y cuidado personal como OFF!, Fuyi, Raid, Glade, Lysoform, Mr. Músculo y Blem.
Negociaciones y Contexto Político
A pesar de los ajustes, voceros de Unilever indicaron que muchos de estos aumentos corresponden a los ajustes que realizan a mediados de mes, en línea con el costo de vida. No obstante, una fuente del sector supermercadista señaló a la Agencia Noticias Argentinas que se está buscando negociar para que las subidas de precios se mantengan más cerca del 5% que del 10%.
La situación se complica por el contexto político, ya que el Gobierno busca atenuar cualquier suba de precios significativa, especialmente con las elecciones legislativas de octubre en el horizonte. Un alza notable en el costo de vida podría tener un impacto negativo en la opinión pública.
Una compañía alimenticia de primera línea ya presentó listas de precios con ajustes que varían entre el 4% y el 8%, lo que confirma la tendencia de remarcación en el sector. La escalada del dólar sigue siendo el principal motor de estas decisiones empresariales, generando una fuerte presión inflacionaria sobre los bolsillos de los consumidores.