Menos turistas y poco gasto: la discreta temporada de invierno de Mendoza
Los números muestran una leve baja en la llegada de visitantes y una caída real en el consumo durante el receso invernal. Sin embargo, desde el sector público y privado destacan una mejora en las últimas semanas
La temporada turística de invierno en Mendoza registró una leve caída en la llegada de visitantes y un descenso en el gasto promedio real por día, que cayó un 7% frente a 2025, afectado por la inflación. Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la ocupación hotelera promedio bajó del 70-88% al 65%. En términos de ingresos, se percibieron alrededor de USD 88,8 millones, frente a los USD 135 millones del año anterior. A pesar de estos indicadores, desde el Gobierno provincial se destaca que Mendoza mantiene una demanda turística estable durante todo el año, gracias a una oferta multiproducto que incluye nieve, enoturismo, eventos culturales y deportivos. Empresarios del sector reconocen un inicio lento de la temporada, pero remarcan una recuperación en las últimas semanas, impulsada por vacaciones en Buenos Aires y Brasil. Sin embargo, la rentabilidad sigue siendo la principal preocupación en un contexto económico complejo.
La temporada turística de invierno superó las expectativas del Gobierno y de algunos referentes del sector, pero cuando se analizan los números, se encuentra un resultado poco atractivo en relación al año pasado. De acuerdo a un informe publicado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en los meses de más frío del año llegaron menos personas, que gastaron una menor cantidad de dinero y ocuparon menos plazas hoteleras.
En detalle, durante la temporada invernal llegaron a Mendoza 320.000 personas, lo que representa una leve caída del 2% respecto al año pasado, cuando arribaron 325.000 turistas a la provincia. La diferencia es poca, pero se agrava cuando se toma en consideración el gasto promedio de cada uno de esos turistas. Los datos indican que este año los turistas gastaron $63.609 por día, mientras que en 2025 desembolsaron $80.000 por cada día de estadía. Si bien a simple vista se observa una mejora nominal del 26%, cuando se tiene en cuenta el efecto de la inflación se observa que hubo una caída real del 7%.
La diferencia es más grande cuando se "dolariza" el ingreso de dinero. Según las estimaciones oficiales, en 2024 entraron a la provincia USD 135 millones durante la temporada invernal. En 2025, en cambio, se percibieron $120.000 millones, lo que equivale a USD 88,8 millones al tipo de cambio oficial ($ 1.350 en Banco Nación). Así, se observa una diferencia de USD 43,2 millones, entre un año y otro.
Otro dato negativo es el que tiene que ver con la ocupación hotelera, que el año pasado estuvo en un rango de 70 a 88, mientras que este invierno promedió el 65%.
La mirada del sector
Pese a los números poco alentadores, desde el Gobierno provincial sostienen que el análisis de la temporada debe ir más allá de las cifras de ocupación o gasto durante las vacaciones de invierno. Gabriela Testa, presidente del Ente Mendoza Turismo (Emetur), planteó que “para hacer un análisis más ecuánime de la performance del sector, es conveniente observar lo que ocurre durante los 365 días del año”. En ese sentido, recordó que Mendoza logró posicionarse como un destino multiproducto, con oferta de naturaleza, nieve, enoturismo, gastronomía y eventos durante todo el calendario.
“Hay momentos en los que el Área Metropolitana tiene mayor ocupación por ser sede de un congreso, un evento deportivo o incluso una fiesta electrónica. Mendoza presenta una demanda sostenida todo el año y ese comportamiento varía según la estación y la agenda”, remarcó la funcionaria.
También se refirió a la balanza turística nacional, otro de los puntos en debate por la fuerte salida de argentinos al exterior durante las vacaciones. Testa consideró que el déficit no es una novedad y que responde a factores culturales. “Nunca fue superavitaria. Probablemente se deba a la valoración cultural del ciudadano argentino con capacidad económica para viajar, que sigue privilegiando este consumo suntuoso”, afirmó.
Según el Gobierno, Mendoza se consolidó como un destino turístico con demanda estable durante todo el año
Desde el sector privado, los empresarios coincidieron en que el receso invernal comenzó con cierta lentitud, pero que la situación mejoró hacia el final. Marcelo Rosenthal, presidente de la Cámara de Hotelería de Mendoza, indicó que “las últimas dos semanas fueron mejores, coincidiendo con las vacaciones de Buenos Aires y de Brasil, lo que sumó viajeros de último minuto que no estaban previstos”.
En la zona Sur, el panorama también fue dispar. José Vázquez, de la Cámara de Turismo de San Rafael, señaló que debieron redoblar esfuerzos para revertir una temporada inicialmente floja. “Trabajamos mucho en redes y campañas conjuntas con el Emetur. En invierno hubo mayor demanda en hotelería urbana, al revés de lo que ocurre en verano”, detalló.
En el Valle de Uco, la dinámica fue similar. José Sosa, representante de la Cámara de Comercio, Agricultura, Industria y Turismo de Tunuyán, compartió que la temporada arrancó “muy tímidamente” y fue repuntando con visitas sin reservas previas. “La ocupación fue mejorando progresivamente”, señaló.
En ese marco, los representantes del sector coincidieron en que cada vez es más difícil anticipar los niveles de ocupación, debido a que muchas decisiones de viaje se toman a último momento y sin reserva. Pero más allá de los porcentajes, el mayor problema que advierten es la rentabilidad. “La baja en la rentabilidad es hoy el principal desafío del sector”, remarcaron desde las cámaras empresarias, que adelantaron que ya están elevando sus planteos a las autoridades nacionales y provinciales para buscar soluciones que contemplen el actual contexto económico.