Netflix suma a su catálogo una pieza de alto voltaje emocional que promete ser un éxito de crítica y público. "Steve", dirigida por el cineasta belga Tim Mielants (con quien Cillian Murphy ya trabajó en Peaky Blinders), es un drama psicológico y social que va más allá de la fórmula del profesor inspirador, adentrándose en las grietas de la psique adulta y los fallos institucionales.
La película, disponible a partir de este viernes, se ambienta en la Inglaterra de mediados de los años 90 y centra su narrativa en un día crucial en la vida de Steve (interpretado por Cillian Murphy).
La lucha por salvar una "última oportunidad"
La historia se desarrolla en Stanton Wood, un reformatorio de "última oportunidad" que lucha por mantenerse a flote ante la inminencia del cierre por recortes de fondos.
Steve, el director del centro, es un hombre consumido por la lucha por mantener la integridad de la escuela. Su esfuerzo por salvar a sus alumnos lo lleva a enfrentarse a sus propios límites, lidiando con su salud mental al borde del colapso y el agotamiento profesional. La interpretación de Murphy destaca por su contención brutal, mostrando a alguien que intenta no derrumbarse frente a los demás, pero que por dentro está hecho añicos.
El arco narrativo se articula en torno a la tensa conexión que se establece entre Steve y Shy (Jay Lycurgo), un estudiante difícil, atrapado entre un pasado turbulento, tendencias autodestructivas y una profunda fragilidad. Este encuentro obliga al director a confrontar la desesperanza del sistema que lo rodea.
La cinta funciona como una cruda radiografía social, explorando las problemáticas de la exclusión social, la vulnerabilidad juvenil y el impacto devastador del recorte de fondos en las instituciones de bienestar social. La narrativa evita la redención fácil, optando por mostrar un día más en un lugar donde cada jornada puede ser la última para los jóvenes y para el centro mismo.