Mientras se traban las negociaciones para un alto el fuego entre Israel y Hamas, más de 100 organizaciones de ayuda advirtieron el miércoles que una "hambruna masiva" se propaga en la Franja de Gaza y que sus propios colegas sufren por la grave carencia de suministros.
Israel enfrenta una creciente presión internacional por la catastrófica situación humanitaria en el territorio palestino, donde más de dos millones de personas han enfrentado 21 meses de un conflicto devastador.
Incluso después de que Israel comenzara a aliviar en mayo un bloqueo de más de dos meses, los gazatíes aún sufren de una grave escasez de alimentos y otros bienes esenciales.
Además, la ONU denunció el martes que las fuerzas israelíes mataron a más de mil palestinos que intentaban recoger ayuda en puntos de distribución desde finales de mayo, cuando se puso en marcha la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), apoyada por Estados Unidos e Israel.

Las 111 firmantes del comunicado, incluyendo Médicos Sin Fronteras (MSF), Save the Children y Oxfam, advirtieron que "nuestros colegas y aquellos a quienes servimos están muriendo lentamente".
"Mientras el asedio del gobierno israelí causa hambre entre la población de Gaza, los trabajadores de ayuda se están uniendo a las mismas filas para recibir alimento, arriesgándose a recibir disparos solo por intentar alimentar a sus familias", indica el comunicado.
Los grupos pidieron la inmediata negociación de una tregua, la apertura de los cruces fronterizos y el libre flujo de ayuda mediante los mecanismos de la ONU y no a través de la GHF.
También los periodistas sufren la escasez de alimentos. En casi dos años de guerra, el corresponsal de la agencia RFI en Gaza, Rami El Meghari, ha vivido incontables bombardeos y desplazamientos forzados. Estuvo incluso al borde de una muerte violenta. Ahora el hambre lo acecha lentamente, en un territorio donde entran muy pocos alimentos.
“Cuando salgo a hacer reportajes, necesito energía, carbohidratos. Es imposible encontrarlos”, explica. “Hoy vemos a personas desmayarse en la calle. A algunos chicos se les da agua salada para que puedan resistir, porque ya no hay comida, o porque es demasiado cara. Yo, al menos, tengo una pequeña fuente de ingresos. Pero estos últimos días, estoy ahogado económicamente.”
Israel asegura que la ayuda humanitaria está ingresando a Gaza y acusa al movimiento islamista palestino Hamás de explotar el sufrimiento de los civiles.
La denuncia de estas organizaciones ocurre un día después de que el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, anunciara un viaje a Europa esta semana para hablar de Gaza que podría llevarlo después a Oriente Medio.
Witkoff acude con "la firme esperanza de lograr un nuevo alto el fuego, así como un corredor humanitario para la entrega de ayuda que ambas partes aceptaron de hecho", dijo Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado.
En su comunicado, las organizaciones humanitarias indicaron que hay toneladas de ayuda intacta en almacenes afuera del territorio e incluso adentro, pero que se les impide entregarla.
"Los palestinos están atrapados en un ciclo de esperanza y dolor, esperando asistencia y treguas, solo para despertar a condiciones peores", señalaron los firmantes.
"No es solo tormento físico, sino también psicológico. La sobrevivencia se presenta como un espejismo", agregaron.
El director del hospital Al Shifa, Mohamed Abu Salmiya, declaró el martes que 21 niños habían muerto de hambre y desnutrición en el enclave palestino en las últimas 72 horas.
En el hospital Naser, en el sur de Gaza, imágenes de AFP captaron a unos padres llorando sobre los restos esqueléticos de su hijo de 14 años, muerto de hambre.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó el "horror" en Gaza, donde se alcanzó "un nivel de muerte y destrucción sin precedentes en la historia reciente".