La industria farmacéutica alemana criticó enérgicamente el viernes los aranceles previstos por Estados Unidos sobre los medicamentos de marca importados, calificándolos de un duro golpe al comercio internacional y a la seguridad del suministro de Europa.
La indignación se produjo tras el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, un día antes, de que Estados Unidos impondrá un arancel del 100 por ciento a todos los productos farmacéuticos de marca y patentados a partir del 1 de octubre, a menos que las empresas reubiquen su producción en ese país.

El portavoz adjunto de la Comisión Europea, Olof Gill, indicó que la declaración conjunta UE-EE. UU. sobre cuestiones comerciales, publicada en agosto, limita explícitamente los aranceles a las exportaciones de la UE, incluidos los productos farmacéuticos, al 15 por ciento.
Estados Unidos es el mercado más importante de medicamentos para Alemania, representando aproximadamente una cuarta parte de las exportaciones farmacéuticas alemanas en 2024. El sector emplea a unas 130.000 personas.
Incluso antes de que Bruselas respondiera, las asociaciones industriales alemanas expresaron su alarma. Pharma Deutschland, el mayor grupo de la industria farmacéutica del país, calificó el plan estadounidense como un ataque directo al comercio mundial y una amenaza para la seguridad de los medicamentos en Europa.
El enfoque es “brutal y cuestionable”, declaró la directora ejecutiva Dorothee Brakmann, advirtiendo que la postura de Washington indicaba un intento de aislarse y retraer la actividad económica dentro de sus fronteras.
Añadió que la medida no solo supondría el riesgo de pérdidas de ventas, sino que también aumentaría la incertidumbre en el comercio transatlántico.
La Asociación de Empresas Farmacéuticas Basadas en la Investigación (VFA) afirmó que un arancel del 100 % supondría un duro revés para Alemania y Europa como centros farmacéuticos, interrumpiría las cadenas de suministro y elevaría los costos de producción, poniendo en peligro la atención al paciente a ambos lados del Atlántico.
El presidente de la VFA, Han Steutel, indicó que algunos proyectos de inversión ya se habían congelado y advirtió que la medida socavaba los acuerdos comerciales existentes.
“No estamos aprovechando al máximo nuestro potencial como mercado único y corremos el riesgo de convertirnos en un peón entre las principales potencias económicas”, declaró.
Wolfgang Grosse Entrup, director de la Asociación Alemana de la Industria Química (VCI), describió la medida estadounidense como un “nuevo mínimo” en las relaciones comerciales, insistiendo en que el límite arancelario acordado del 15 % debe aplicarse a los productos farmacéuticos, o “no servirá de nada”.