Mientras Guaymallén enfrenta una crisis ambiental y sanitaria por el desborde de efluentes cloacales en Los Corralitos, los vecinos de Godoy Cruz, específicamente de la calle Ascasubi de Villa Hipódromo, alzaron la voz por una situación similar que los afecta desde hace meses.
La queja es unánime: un olor nauseabundo, fuerte y permanente que se ha vuelto insoportable haciendo que la vida diaria sea una molestia constante.
El problema no es nuevo para los residentes. Meses atrás el olor se sentía principalmente durante la noche, cuando líquidos sospechosos corrían por las acequias. Sin embargo, la situación ha empeorado y ahora el hedor es una presencia diaria que no da tregua, afectando a la calidad del aire y al bienestar de las familias.
El reclamo es claro y contundente: exigen una solución inmediata por parte de las autoridades para resolver este problema que los aqueja desde hace tanto tiempo y que, lejos de mejorar, parece agravarse.