En el corazón del Valle de Calamuchita, a 135 kilómetros de la ciudad de Córdoba, se esconde un destino turístico ideal para quienes buscan tranquilidad y naturaleza: El Durazno. Este pequeño pueblo, rodeado de montañas y ríos, se ha convertido en una alternativa cada vez más popular para escapar del ruido de la ciudad, ofreciendo un entorno atractivo y una gran variedad de actividades.
El Durazno se destaca por su belleza natural y sus paisajes únicos. El principal atractivo es la Reserva Natural Los Cajones, un espacio atravesado por el río El Durazno. Sus aguas cristalinas crean playas, cascadas y ollas de hasta seis metros de profundidad, un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza. Otro punto de interés es el puente colgante que da la bienvenida al pueblo, un mirador desde donde se pueden apreciar las vistas serenas del lugar. Recorrer sus senderos de tierra, bordear pinares y observar las pequeñas construcciones es una experiencia que invita a la desconexión.

Además de su oferta natural, El Durazno también ofrece opciones gastronómicas para complementar la experiencia. La casa de té Lahuen es una parada obligada para quienes disfrutan de sabores tradicionales, ofreciendo pan casero y tortas en un ambiente cálido y boscoso. Para comidas más completas, la Posada El Durazno es una excelente opción, con platos típicos como pollo al disco y espectáculos en vivo.
El Durazno se presenta como un verdadero tesoro escondido, un lugar que combina un fácil acceso con la paz de un entorno rural, ideal para unas vacaciones de descanso y conexión con la naturaleza.