Los argentinos mantienen una relación paradójica con las redes sociales: las consumen masivamente en busca de entretenimiento e información, pero al mismo tiempo se sienten abrumados por ellas. Un estudio reciente de Kantar Ibope Media arroja luz sobre este fenómeno, destacando la necesidad de conexión que sienten seis de cada diez encuestados, quienes admiten revisar sus perfiles diariamente. Por otra parte, una investigación de otra consultora advierte que casi la mitad de los jóvenes (46%) se siente estresado por esta presión constante.
La investigación de Kantar Ibope Media también detalla los intereses de los usuarios. La música lidera el consumo de contenido con un 51%, seguida por la gastronomía (41%), y las noticias y el cine, ambos con un 39%. Esto demuestra que los argentinos utilizan las redes para una variedad de propósitos, desde buscar entretenimiento e inspiración hasta mantenerse informados.
El informe resalta que esta hiperconectividad no se limita a un único dispositivo. Existe una fuerte interacción entre la televisión y las redes sociales, donde una parte del público consume ambos medios de forma simultánea, comentando y opinando en tiempo real. Este fenómeno no solo extiende la vida útil de los programas, sino que también construye una experiencia compartida.
Los datos indican que el 35% de los argentinos accede a sus redes más de 10 veces al día. Además, el seguimiento de personalidades influyentes, como celebridades e influencers, es una práctica común para el 41% de los usuarios. Estos hallazgos demuestran que las redes se han convertido en plataformas clave para el debate público y la formación de opinión, más allá del simple ocio.
En síntesis, las redes sociales en Argentina han evolucionado de ser meras herramientas de entretenimiento a complejas plataformas donde se construye identidad y comunidad. Sin embargo, este alto nivel de interacción viene con un costo: una sensación de agobio y estrés, especialmente para las generaciones más jóvenes, que no logran desconectarse de la vorágine digital.