Según una investigación publicada en The Astrophysical Journal Letters, el Sol ha mostrado una sorprendente recuperación desde 2008.
Durante dos décadas, los parámetros del viento solar se debilitaron, culminando en el ciclo solar 24, el más débil registrado en la era espacial.
Este fenómeno había generado la preocupación de que el astro estuviera a las puertas de una fase mínima prolongada, similar a los históricos mínimos de Maunder o Dalton, asociados a períodos de enfriamiento en la Tierra.

Sin embargo, el nuevo análisis de los doctores Jamie M. Jasinski y Marco Velli desmiente esta teoría. La investigación demuestra que, desde 2008, el Sol ha revertido esta tendencia.
Los datos muestran un aumento constante en la velocidad, densidad, temperatura y, lo más notable, un incremento del 34% en la presión dinámica del viento solar.
Aunque el Sol aún no ha recuperado los niveles de actividad de finales del siglo XX, este cambio de rumbo indica que la reciente debilidad fue un evento atípico.
La recuperación de la actividad solar es una excelente noticia para la climatología y tendrá implicaciones directas en la heliosfera, la gran "burbuja" magnética que protege nuestro sistema solar del medio interestelar.
El Sol no se apaga, y su recuperación podría ser un factor clave en la dinámica espacial y el clima futuro.