Vitivinicultura

Las exportaciones de vino argentino tocan fondo: el peor primer trimestre en más de una década

Las bodegas facturaron USD 141,7 millones entre enero y marzo. Hay que ir hasta el año 2009 para ver un número más bajo.
jueves, 22 de mayo de 2025 · 07:00

La vitivinicultura argentina enfrenta un momento crítico. Dentro del país, se desempeña en un escenario alarmante, con el consumo per cápita en su valor más bajo histórico y con los productos sustitutos avanzando a un ritmo que resulta imposible seguir. En el sector externo la situación no es mejor. De hecho, el primer trimestre del año cerró con los peores números desde el 2009, tanto en volumen como en valor.

Según datos publicados por el Observatorio Vitivinícola, en base a estadísticas elaboradas por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en los primeros tres meses del 2025 las bodegas lograron exportar 41.267.000 litros de vinos, con lo que alcanzaron una facturación de USD 141.737.000. Esos números representan caídas del 3,5% y del 1,8% en relación al primer trimestre del año pasado y tocan mínimos en los últimos 16 años.

En términos de valor, hay que ir hasta el 2009 para encontrar un punto más bajo. Ese año las bodegas exportaron en forma conjunta USD 132,8 millones. A partir de 2010 los números empezaron a mejorar y encontraron su máximo en 2012, cuando se llegaron a exportar USD 210,2 millones.

En las temporadas siguientes los resultados no fueron tan buenos, pero se mantuvieron en niveles relativamente altos. Fue a partir de 2023 que empezó la baja pronunciada. Ese año la facturación de las bodegas se desplomó 11,31% en el primer trimestre, en comparación al mismo período del año anterior. Luego, en 2024, la retracción fue del 13,1% y finalmente, en 2025, hubo una disminución de la facturación del 1,8%, siempre hablando de la comparación del primer trimestre de cada año. Como los números lo dejan claro, la baja de este año fue muy leve en comparación a las temporadas anteriores, pero no deja de darle continuidad a una larga tendencia decreciente.

En lo que respecta a los resultados en términos de volumen, el año pico fue el 2020, cuando se exportaron 114,7 millones de litros, en un año completamente atípico por la irrupción de la pandemia. En los cuatro años siguientes se registraron bajas sucesivas con valores porcentuales de dos dígitos. La mayor retracción se produjo en 2021, cuando el volumen de vino enviado al exterior retrocedió 30,9%. En 2025, en tanto, la caída interanual fue de 3,5%.

Mayor precio promedio

Las duras caídas registradas en los últimos años en los volúmenes de exportación se han visto parcialmente compensadas por la suba del precio promedio. En el primer trimestre de 2025, el valor medio por litro exportado se encuentra en su punto más alto de la última década, con un monto de USD 3,43, similar al que se registró en los primeros tres meses de 2017.

De esta manera, la retracción en volumen no se ve con la misma magnitud en términos de valor. Lo que resta averiguar, es por qué el precio promedio está en ascenso. A grandes rasgos hay tres posibilidades. Una, es que los valores internacionales estén subiendo para todos los jugadores del mercado por cuestiones de oferta-demanda; la segunda, es que Argentina esté exportando menos vinos “entry level” y más vinos de segmento medio y alto; la tercera, es que los vinos argentinos hayan mejorado en calidad y, por tanto, estén compitiendo en un segmento de precios más alto.

Para Carlos Fiochetta, gerente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), hay una combinación de factores. “Es una tendencia que se ha ido consolidando en Argentina desde hace varios años. En parte, esto se debe a la mejora de calidad”, comentó.

Para justificar su postura, Fiochetta recordó que El Enemigo As Bravas Malbec 2018 (Bodega Aleanna) y Zuccardi Finca Piedra Infinita Gravascal 2021 (Bodega Zuccardi) obtuvieron 100 puntos Parker este año. “Otros países competidores, como Chile, no tienen estos reconocimientos. Eso habla de la buena calidad en general de los vinos argentinos. Argentina viene en un aumento de precios promedio por su calidad”, insistió.

“La contracara es la pérdida de mercado de los entry level. Las ventas han caído por una cuestión de rentabilidad”, lamentó.

“Lo positivo, es que ahora pueden empezar a recuperarse los entry level, debido a la mayor estabilidad económica. Hay mucha competencia en ese mercado, pero también hay terreno para recuperar”, apuntó.

Walter Bressia, presidente de Bodegas de Argentina, coincidió parcialmente con este análisis, pero introdujo una mirada más crítica sobre la suba del precio promedio. “Lo que cae es el volumen de menor precio. Los vinos de entry level de Argentina, embotellados sobre todo, son los que más han sufrido la baja, porque son los que tienen más competencia a nivel internacional”, explicó. Y agregó: “Hay muchos vinos de precios bajos que se producen en otros países competidores, como España y Francia. Entonces los importadores compran vinos más baratos, con calidad similar. Eso hace que caigan nuestras exportaciones de bajo precio y, como consecuencia, sube el precio promedio. Pero no es un dato positivo en sí mismo”.

Las causas de la caída

Hay varios disparadores que explican que el primer trimestre del 2025 haya sido el peor de los últimos 15 años para las exportaciones argentinas.

Walter Bressia, hizo referencia al contexto internacional, principalmente por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. “El mundo está convulsionado. No sabemos cómo se va a comportar el mercado ni cómo van a incidir estos aranceles. Estados Unidos es nuestro principal mercado, y ese 10% extra puede afectar mucho”, comentó.

Carlos Fiochetta, también habló sobre la gravedad de la situación internacional. “Una bodega que exporta a Estados Unidos me comentó que el importador le frenó la comercialización a causa del arancel del 10% que se está cobrando”, alertó.

Desde la Secretaría de Agricultura confirmaron que la suspensión por 90 días de los aranceles fue solo para aquellos países que tenían más del 10% de arancel. Al día de la fecha, todos los productos de todos los países (menos las excepciones de oro, petróleo y otros commodities) pagan el 10% de arancel.

En otro punto, el gerente de Coviar señaló que hay inflación a nivel internacional, lo que genera incertidumbre en los mercados y ralentiza las ventas.

Por esto y por el comportamiento de la macroeconomía, Fiochetta opinó que se debe esperar a que avance más el año para sacar conclusiones respecto al momento del sector exportador. “Hay que ver como impacta la modificación en el tipo de cambio, la guerra de los aranceles y otros factores. Hay que ser cauto y esperar a fin de año para ver qué sucede”, señaló.

Bressia, si bien mantuvo una postura prudente, expresó una leve esperanza. “Yo soy optimista. Creo que vamos a empezar a salir de nuevo con las exportaciones, pero todo depende de cómo evolucione el contexto. Hay muchas variables en juego”, afirmó.

Ni fraccionado ni granel

Durante el primer trimestre del año el balance general del sector exportador vitivinícola fue definitivamente negativo. Es que prácticamente todas las categorías de vino sufrieron una caída interanual durante ese período.

Para analizar los envíos al exterior en detalle, se debe hacer primero una división en dos grandes categorías: los fraccionados y el vino a granel. En el primer caso, se registró una caída del 3,1% en litros y una baja del 1,3% en valor. En el segundo, hubo una contracción del 4,8% en volumen y del 7,6% en valor. Es decir que todas las exportaciones cayeron en ese sentido.

Ahora bien, resta analizar cómo le fue a cada tipo de vino, independientemente de si fue fraccionado o si fue enviado a granel. Comenzando por los varietales, los números del INV indican que las exportaciones de esa categoría se contrajeron 5,7% en el primer trimestre del año, pasando de 38,4 millones a 36,2 millones de litros comercializados. No es un dato menor, teniendo en cuenta que se trata de la categoría de vinos con mayor participación dentro del total (el 87,8% de los vinos que se exportan son varietales).

También decrecieron 3,8% los vinos espumosos y se contrajeron 55,8% los “otros vinos”, aunque estas dos categorías tienen una participación de apenas 2,2% entre ambos.

El único rubro que creció fue el de vinos “sin mención varietal”, que tuvo un avance del 21,3% en el primer trimestre de este año en comparación a igual período del 2024.

La buena noticia, es que la caída registrada en el primer trimestre de este año se dio sólo por lo ocurrido en el primer mes del año. En enero las exportaciones de vino cayeron 11,2% en relación al primer mes del año pasado, pero en febrero crecieron 4,4% y en marzo se mantuvieron prácticamente estables, con una leve mejora del 0,4%.