Por qué el dólar blue se vendió ayer más barato que el oficial
El nuevo escenario responde a una menor demanda en el mercado informal, tras la flexibilización del cepo, la contracción monetaria y una creciente confianza en las reglas del juego cambiario.
El dólar blue cotizó ayer por debajo del dólar oficial: $1.190 frente a $1.200. Este fenómeno, impensado en los años del cepo estricto, refleja un cambio profundo en la dinámica cambiaria. La clave está en la mayor libertad para operar en el mercado formal, especialmente desde la flexibilización del cepo para personas humanas. Según el economista Daniel Garro, muchos pequeños compradores que antes acudían al blue migraron al mercado único y libre de cambios (MULC), lo que redujo la demanda en el segmento informal. Además, desde la salida del cepo, se habrían canalizado unos USD 2.000 millones a través del mercado legal.
José Vargas, de Evaluecon, señaló que también influyen la confianza en las nuevas reglas y la fuerte contracción monetaria, que limita la circulación de pesos. La combinación de menor liquidez, acceso formal al dólar y estabilidad macroeconómica redujo la brecha cambiaria, al punto de revertirla. Ambos economistas coinciden en que, si no hay sobresaltos políticos, esta tendencia podría sostenerse. Garro incluso proyecta que el dólar blue tenderá a perder relevancia si se amplía el esquema de bandas. En este nuevo escenario, el blue ya no es el termómetro excluyente del mercado.
En un escenario inédito para el mercado cambiario argentino, el dólar blue -históricamente más caro que el oficial- volvió a cotizar ayer por debajo del tipo de cambio formal.. Es un fenómeno que se ha repetido varias veces desde la liberación del cepo, pero que todavía resulta muy difícil de asimilar. El billete "libre" se consiguió este martes a $1.190, mientras que el dólar oficial rondó los $1.200. Se trata de una anomalía impensada años atrás, cuando el cepo cambiario distorsionaba los precios y la brecha entre ambas cotizaciones superaba el 100%.
La explicación detrás de este fenómeno tiene múltiples aristas, pero gira en torno a un concepto central: la mayor libertad para operar en el mercado cambiario formal. Desde la flexibilización del cepo, especialmente para personas humanas, se produjo una migración del público minorista desde los canales informales -como el blue- hacia el mercado único y libre de cambios (MULC), que hoy funciona con menos restricciones dentro de un esquema de bandas.
“Lo que se ha producido es que, a partir de la salida del cepo, hubo un fuerte ingreso de compras en el MULC, el mercado que hoy funciona libremente. Hoy el blue vendría a ser el mercado totalmente libre, pero muy minorista. Es raro que alguien compre cantidades importantes en el blue”, explicó Daniel Garro, economista y director de Value International Group.
Según Garro, la menor demanda en el segmento informal responde directamente al hecho de que ahora existe una vía legal más accesible para hacerse de dólares. “Parte del chiquillaje que estaba en el blue se fue al mercado oficial. Entonces, bajó la demanda del dólar libre y subió la del MULC. Eso hace que el precio hoy, circunstancialmente, esté un poco más alto en el mercado oficial”, agregó.
Economistas destacan que la flexibilización del cepo y la falta de pesos en la calle redujeron el interés por el dólar informal.
Desde la salida del cepo —formalizada a finales del año pasado— se registró un ingreso importante de divisas por la vía legal. “Se han comprado aproximadamente 2.000 millones de dólares dentro del MULC. Es gente que antes operaba en el MEP o en el blue y se trasladó al mercado oficial”, detalló Garro.
Para José Vargas, economista y director de la consultora Evaluecon, el cambio de comportamiento del público tiene también que ver con la confianza en las nuevas reglas de juego. “Hay que recordar que teníamos una regulación total a la compra de divisas, con lo cual la brecha era sumamente marcada. Desde que se flexibilizó el cepo para personas humanas, esa brecha se redujo considerablemente. Hoy vemos que incluso el dólar blue está por debajo del oficial algunos días”, remarcó.
A esta dinámica se suma otro elemento clave: la falta de pesos circulando en la economía. La fuerte contracción monetaria y la licuación de ingresos en términos reales también impactan en la capacidad de compra de los argentinos. “No hay pesos en la economía y, por otro lado, hay libertad para comprar en el mercado oficial. Desde ese punto de vista, la brecha prácticamente ha desaparecido”, resumió Vargas.
Ambos economistas coinciden en que, mientras se mantenga la estabilidad y no haya sobresaltos políticos o económicos, esta situación podría prolongarse. “Probablemente, hasta las elecciones vamos a seguir con esta tendencia”, anticipó Vargas. Sin embargo, advirtió que “cuando hay procesos electorales que generan incertidumbre, se puede recalentar un poco el dólar blue”.
Garro, por su parte, considera que si el Gobierno avanza con la política de ampliación del esquema de bandas cambiarias, el mercado informal tenderá a perder relevancia. “En la medida en que el MULC se vaya haciendo cada vez más libre, el blue va a tener cada vez menos sentido. Ya no va a ser necesario para quienes operan en blanco. Tal vez quede algo de actividad en el MEP para pagos al exterior, pero nada más”, proyectó.
“Si el MULC se libera por completo, el blue va a dejar de tener sentido”, anticipó el economista Daniel Garro.
El experto explicó que el sistema de bandas divergentes, donde el techo sube pero el piso baja, tiende a ampliar el margen de flotación y a diluir las diferencias con los mercados paralelos. “Se debe recordar que hay bandas divergentes. En algún momento, sin que nos demos cuenta, la banda inferior puede llegar incluso a cero. Eso significa que el mercado libre cada vez se va ampliando más y más”, indicó Garro.
Así, en un contexto en el que la oferta y demanda de divisas se reorganizan, el dólar blue pierde el protagonismo que tuvo durante años de restricciones. Su cotización actual por debajo del dólar oficial no sólo responde a un fenómeno coyuntural, sino también a un cambio estructural en las reglas del mercado.
A futuro, el comportamiento de esta relación dependerá de múltiples factores: la evolución de la inflación, la estabilidad política, el rumbo fiscal y, sobre todo, la credibilidad del esquema cambiario. Por ahora, la menor brecha y el abaratamiento del dólar informal son una señal de normalización. Aunque, en la Argentina, nada es permanente.