Los salarios formales perdieron 25% de poder de compra en los últimos ocho años
Aunque la inflación empieza a desacelerarse, la recuperación del ingreso real sigue siendo escasa. El escenario actual tampoco ofrece garantías de recuperación del poder adquisitivo
Un informe reciente de la consultora Focus Market reveló una caída del 25,3% en el poder adquisitivo de los salarios formales en Argentina desde 2017. La cifra refleja con crudeza el deterioro sostenido del ingreso real en un país que, durante años, convivió con una inflación desbordada y paritarias que apenas alcanzaban para empatar la suba de precios.
"Durante mucho tiempo, el salario corría detrás de la inflación, pero al menos se movía", señala Damián Di Pace, director de la consultora. Hoy, el panorama ha cambiado: con una inflación en desaceleración y un gobierno comprometido con el equilibrio fiscal y la emisión cero, los sueldos formales muestran escasa recuperación en términos reales.
Una economía en transición
Según Focus Market, el salario formal apenas se ubica en un índice de 99,1 (base 100 = noviembre 2023), lo que indica que, incluso tras algunos ajustes, no logró recuperar los niveles de poder adquisitivo de apenas unos meses atrás. En comparación con el promedio de 2017, la pérdida es más significativa: un 25,3%. Las jubilaciones y los ingresos informales presentan retrocesos aún mayores, con caídas del 40,9% y 35,4% respectivamente.
La política oficial de limitar los aumentos salariales a un 1% mensual como ancla inflacionaria ha tensado la relación con los gremios, en especial tras el dato inflacionario de marzo (3,7%), que superó las expectativas del mercado. Si bien abril mostró una baja, el malestar sindical crece ante la falta de homologación de paritarias y las advertencias de conflicto en sectores como camioneros y metalúrgicos.
El salario medido en dólares, otra señal de alarma
Medido al tipo de cambio paralelo, el salario promedio argentino también revela una tendencia preocupante. De un pico de USD 1.548 en junio de 2018, se desplomó a USD 679 en plena pandemia, y aunque en mayo de 2025 se recuperó a USD 1.363, todavía permanece por debajo de los niveles de 2018 y 2019.
"La evolución del salario en dólares refleja con claridad los vaivenes de una economía que dolariza sus expectativas pero no sus ingresos", remarca Di Pace. Para muchos argentinos, este indicador sigue siendo una referencia directa de bienestar y capacidad de consumo.
¿Qué viene después de estabilizar la macro?
Con la inflación contenida, el superávit fiscal en marcha y la emisión bajo control, el foco se traslada ahora a los desafíos del ingreso. Desde Focus Market advierten que "el desafío será sostener la desinflación sin seguir licuando salarios", y que la tensión por paritarias libres será uno de los principales frentes de conflicto en los próximos meses.
El gobierno, centrado en ordenar las variables macroeconómicas, enfrenta ahora una pregunta inevitable: ¿cómo lograr que la estabilidad llegue al bolsillo de los trabajadores?