Las exportaciones vitivinícolas sufrieron la peor caída en 22 meses
En el mes de julio, los envíos de vinos al exterior se desplomaron 16% en términos de valor. Los referente del mercado muestran preocupación por los problemas de competitividad y el retroceso de la demanda a nivel internacional
En julio, las exportaciones de vino argentino sufrieron su mayor caída en valor en casi dos años, registrando un descenso del 16,1% y totalizando USD 64,3 millones. Esta contracción se debe principalmente a la baja en las ventas de vinos fraccionados, especialmente los varietales en botella, que cayeron un 13,3% en volumen. Aunque el vino en Tetra Brik mostró un aumento del 35%, su participación es aún muy pequeña para compensar la fuerte merma, que afectó tanto a los vinos tintos como a los blancos, y particularmente a la variedad más exportada, el Malbec.
Las ventas externas de vino argentino registraron en julio la mayor contracción en valor de los últimos 22 meses. Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el ingreso por exportaciones de vinos y mostos alcanzó USD 64,3 millones, lo que implicó una baja del 16,1% frente al mismo mes de 2024. La merma se explica principalmente por el retroceso de los vinos fraccionados, en especial los varietales, que concentran la mayor parte de la facturación del sector.
El volumen de vinos fraccionados se redujo 11,3% interanual en julio, hasta 154.584 hectolitros. Dentro de este segmento, la modalidad más tradicional —botella— mostró una merma de 13,3%, en tanto que los envases en Bag in Box se desplomaron 77,5%. Sólo el Tetra Brik registró un avance, con un aumento del 35%, aunque representa apenas el 6,6% del total.
En términos de valor FOB, las exportaciones de vinos fraccionados sumaron USD 62,3 millones, un 16,1% menos que en julio de 2024. El retroceso se explica por la fuerte baja de los varietales, que perdieron más de la mitad de su facturación en el mes. El vino varietal, que concentra más del 80% del volumen de fraccionados, cayó 13,8% en hectolitros y 52,3% en valor FOB. La reducción fue generalizada tanto en blancos (-13,4%) como en tintos (-13,9%).
El Malbec volvió a ser la variedad más exportada, aunque con un retroceso significativo en volumen y en valor. En total, los varietales sumaron 126.295 hectolitros por un valor de USD 54,6 millones, frente a los 146.593 hectolitros y USD 65,9 millones de un año atrás.
Factores globales y locales
Walter Bressia, presidente de Bodegas de Argentina, explicó que el repunte observado en meses anteriores no reflejó una mejora sostenida, sino la salida de operaciones que habían quedado retenidas: “Hubo un repunte de las exportaciones en algún momento, pero en realidad fueron exportaciones que estaban retenidas y no habían podido salir. Cuando salieron impactaron, pero en realidad no hubo aumento de las exportaciones”.
El dirigente subrayó que el contexto internacional juega un papel central: “El mundo en general está a la baja en el consumo de vinos. Estados Unidos todavía no termina de reacomodar su economía y el Reino Unido también tiene una caída del consumo muy importante, con mucha movida sobre el impacto del alcohol y la salud. A eso se suman las leyes internacionales de alcoholemia”.
Bressia señaló además que, pese a la baja de volúmenes, “está subiendo un poco el precio promedio por la premiumización”, aunque aclaró que no alcanza para compensar la caída en las ventas.
Competitividad y expectativas
Desde otra perspectiva, Mauro Sosa, gerente de Viñateros y Bodegueros del Este, consideró que el retroceso responde tanto a factores internos como externos. “Tenemos los factores que explican la caída de la exportación en los primeros siete meses y específicamente en julio, pero esa especificidad no me animo a aseverarla, porque puede estar atada a otras circunstancias. En los siete meses, la caída responde a cuestiones internas y cuestiones externas”, afirmó.
Las exportaciones de vinos fraccionados retrocedieron 11,3% interanual en julio, con fuerte caída en la modalidad botella.
Entre las dificultades externas, mencionó la falta de acuerdos comerciales que dejan a la Argentina en desventaja frente a competidores: “El vino argentino no ha logrado al día de hoy tener esos acuerdos comerciales que tanto se han demandado en los últimos 35 años. Tenemos diferenciales competitivos con países como Chile, que ingresa a la mayoría de los países de Sudamérica con arancel cero y nosotros pagamos aranceles”.
Sosa también advirtió sobre la situación del mercado interno: “Está prácticamente paralizado, no hay compradores de vino de traslado, y si las exportaciones vienen en caída, el vino que no sale queda en el mercado interno. Eso va a impactar en el precio de la uva y del mosto hacia fin de año”.
Lo que viene
De cara a los próximos meses, Bressia sostuvo que podría haber un leve repunte: “Pensamos que puede empezar a revertirse la tendencia, porque el hemisferio norte entra en otoño e invierno. Quisiera pensar en que debería mejorar en esta segunda mitad del año, aunque no compensaría todo”.
Sosa, en tanto, prefirió mantener la cautela y resumió el panorama en una sola palabra: “Incertidumbre. Siempre esperando lo mejor, pero con la conciencia de que Argentina tiene un camino fangoso por recorrer en términos de competitividad y posicionamiento en los mercados”.