La alimentación infantil es crucial para un desarrollo saludable, pero la proliferación de corrientes nutricionales sin respaldo científico está generando preocupación. PROFENI, un grupo de profesionales de la salud, advierte que la malnutrición infantil es una realidad, impulsada a menudo por dietas restrictivas adoptadas sin supervisión profesional, como las veganas estrictas o la eliminación de lácteos y gluten sin diagnóstico médico.
La Dra. Mabel Carosella, pediatra de PROFENI, enfatiza que la deficiencia de nutrientes como hierro, calcio, vitaminas D y B12, y zinc puede tener consecuencias irreversibles en el desarrollo neurológico y físico. Alrededor del 70% de los niños no cubre la ingesta recomendada de calcio, y más del 95% carece de vitamina D, afectando el desarrollo óseo y aumentando el riesgo de anemia y retrasos en el crecimiento.
El equilibrio de la microbiota intestinal también se ve comprometido por estas dietas, fundamental para el sistema inmunitario. PROFENI subraya la importancia de los lácteos fermentados como el yogur, que aportan calcio, vitaminas y proteínas, además de probióticos beneficiosos.
Sobre tendencias como el Baby-Led Weaning (BLW), PROFENI reconoce sus aspectos positivos para la autonomía, pero insiste en la necesidad de supervisión profesional para evitar riesgos de atragantamiento y garantizar una ingesta adecuada de nutrientes, especialmente hierro.
Finalmente, el grupo desmitifica la idea de que todo lo casero es superior a lo industrializado. La Dra. Mónica Katz, nutricionista, explica que los alimentos industriales cumplen normativas estrictas y pueden ser herramientas útiles, mientras que las preparaciones caseras, si no se manejan bien en higiene o balance nutricional, pueden ser igual o más perjudiciales, a menudo con mayor contenido de azúcar que los productos comerciales. PROFENI insta a las familias a buscar siempre fuentes confiables y profesionales para tomar decisiones informadas sobre la nutrición infantil, evitando consejos dañinos bienintencionados.