La Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) ha iniciado los pagos del bono destinado a los jubilados, aunque con una importante modificación: ya no alcanzará a todos los beneficiarios como en meses anteriores. Sin embargo, este beneficio no será el único, ya que los jubilados también recibirán un incremento en sus haberes y el correspondiente aguinaldo.
En línea con la nueva fórmula de movilidad previsional, que se ajusta a la inflación, el Gobierno confirmó un aumento del 2,8% sobre los haberes. Este porcentaje se basa en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril, publicado por el Indec. Con este ajuste, la jubilación mínima se eleva de $296.345 a $304.723. Este último monto será la base para el cálculo del aguinaldo.
Respecto al bono, la normativa publicada en el Boletín Oficial detalla un nuevo tope para acceder al beneficio de $70.000. Para cobrar la totalidad de este bono, los jubilados deben percibir un haber previsional igual o inferior a $304.723.
Sin embargo, aquellos jubilados que cobren más de $304.723, pero menos de $374.365, recibirán un bono variable de menor valor. El objetivo es que, sumando el haber y el bono, no superen los $374.365. Por ejemplo, si un jubilado percibe un haber de $324.365, recibirá un bono de $50.000 para llegar a ese tope.
En resumen, los topes de cobro del bono quedan de la siguiente manera:
Bono de $70.000: Lo recibirán los jubilados con ingresos mensuales iguales o inferiores a $304.723.
Bono variable: Será para jubilados con ingresos entre $304.723 y $374.365. El monto del bono será la diferencia necesaria para alcanzar los $374.365.
Estas medidas buscan brindar un alivio económico a los jubilados, en un contexto de ajustes por inflación.