Los fines de semana se han convertido en una pesadilla para los vecinos del Parque Metropolitano de Maipú. Lo que solía ser un espacio de recreación para familias se ha transformado, denuncian, en una pista de carreras clandestinas.
La principal preocupación es el riesgo que representan las "picadas" para niños, adultos mayores y mascotas. "No se puede estar tranquilo", afirmó una vecina, "la velocidad a la que andan es un peligro, no sabemos en qué momento pueden atropellar a alguien".
Los denunciantes también aseguran que el estruendo de los motores a altas revoluciones es tan molesto que interrumpe la paz del parque y de las viviendas aledañas.
Ante esta situación, los vecinos y visitantes reclaman mayor presencia de preventores del municipio y de la Policía de Mendoza para poner un freno a esta peligrosa práctica.