La Sonda Solar Parker (PSP) de la NASA ha vuelto a redefinir nuestra comprensión del Sol con imágenes sin precedentes, capturadas a una distancia mínima de 6.1 millones de kilómetros de su superficie. Estas instantáneas, las más próximas jamás obtenidas, están proporcionando a los científicos una visión directa y detallada de la atmósfera solar y el viento solar, el flujo constante de partículas cargadas que emana de nuestra estrella.
Nicky Fox, de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, subraya la trascendencia de estos hallazgos: "Estamos presenciando el origen de las amenazas de la meteorología espacial para la Tierra con nuestros propios ojos, no solo a través de simulaciones". Esta información es vital para afinar las predicciones espaciales, salvaguardando la integridad de los astronautas y la infraestructura tecnológica tanto en nuestro planeta como en el vasto sistema solar.
El instrumento WISPR (Wide-Field Imager for Solar Probe) de la sonda ha sido fundamental para este logro. Permite observar con una claridad excepcional la corona solar y el comportamiento del viento solar justo después de su liberación. Las imágenes revelan detalles cruciales, como la línea donde el campo magnético del Sol invierte su dirección y, por primera vez en alta resolución, la colisión de múltiples eyecciones de masa coronal (CME). Estas explosiones de partículas cargadas son un factor determinante en el clima espacial.
Comprender cómo las CME se fusionan es esencial, ya que su interacción puede alterar sus trayectorias, dificultando las predicciones y aumentando el riesgo para satélites y exploradores espaciales. A pesar de estos avances, persisten grandes interrogantes, especialmente sobre el viento solar lento, un desafío complejo dada la diversidad de sus propiedades. La Sonda Solar Parker continúa su órbita, con su próxima aproximación el 15 de septiembre de 2025, prometiendo desvelar aún más secretos de la exploración espacial y la dinámica de nuestra estrella.