A pesar de la considerable subida del dólar oficial en julio, las primeras proyecciones indican que su impacto en el índice de precios al consumidor (IPC) no fue tan significativo como en ocasiones anteriores. El INDEC publicará los datos oficiales el 13 de agosto, pero dos consultoras clave, EcoGo y LCG, ya han adelantado cifras que sugieren un alivio para el gobierno, que busca mantener la inflación por debajo del 2%.
El último informe de EcoGo sobre la cuarta semana de julio mostró una suba marginal del 0,03% en el sector de alimentos y bebidas, una desaceleración de 0,4 puntos porcentuales respecto a la semana anterior. Con estos datos, la consultora calcula que la inflación en alimentos consumidos en el hogar en julio ascendería a un 1,5%. Al incluir los alimentos consumidos fuera del hogar, el indicador total del mes se ubicaría en 1,8%. Esta baja se atribuye a caídas en los precios de las carnes y verduras, que compensaron los aumentos en las frutas.
El análisis detallado de EcoGo muestra que las carnes cayeron un 0,4% en la cuarta semana, con el pollo registrando una baja del 2%. Las verduras también cayeron un 0,5%, impulsadas por el descenso en el precio de la papa. Por otro lado, las frutas subieron un 2%, y los aceites y grasas aumentaron un 0,5%, principalmente por la suba de lácteos.
La consultora LCG también reportó una tendencia a la baja, con una deflación semanal en alimentos y bebidas del -0,4% en la quinta semana de julio. Esta caída se explica por un retroceso en los precios de las verduras (-4,3%), carnes (-1,6%) y frutas (-1,3%), aunque esta baja fue parcialmente compensada por subas en lácteos (+3,8%) y bebidas e infusiones (+1,1%).
En promedio, la inflación en alimentos para las últimas cuatro semanas, según LCG, se desplomó a 0,7% mensual. La consultora destacó que las mayores subas en ese periodo se dieron en verduras, bebidas y aceites, mientras que los lácteos y panificados mostraron las menores subas o incluso caídas de precios.