Bolivia registra el mayor brote de sarampión en más de una década con 175 casos confirmados desde el 24 de abril pasado, entre ellos 147 en el departamento de Santa Cruz (este), región que se convirtió en el epicentro de una crisis sanitaria extendida a ocho de los nueve departamentos del país, informó la ministra de Salud y Deportes, María Renée Castro.
El 24 de junio pasado, el Gobierno boliviano declaró “emergencia sanitaria nacional” para intentar contener el virus con un plan de vacunación masiva que combina donaciones internacionales, compras urgentes y brigadas móviles.
Renée Castro declaró a periodistas que de abril pasado a la fecha, el virus se extendió a ocho de los nueve departamentos del país sudamericano y el foco sigue en Santa Cruz, con un alto riesgo de propagación a nivel nacional.
“Estamos gestionando la adquisición de cerca de 2 millones de dosis adicionales (de vacunas). Hay una lista de espera global porque muchos países atraviesan brotes, pero hemos pedido prioridad”, comentó la ministra.
Bolivia recibió alrededor de 1 millón de vacunas contra el sarampión mediante donación, entre ellas 600.000 de Brasil, 300.000 de India y 100.000 de Venezuela, a las que se suman 500.000 dosis adquiridas con recursos propios.
“Nadie puede dar por sentada que el sarampión está bajo control mientras no vacunemos a toda la población vulnerable”, aseveró la ministra de Salud y Deportes, quien agregó “no esperar a las brigadas móviles y acudir a los centros de salud durante el receso escolar”.
La meta del Gobierno es vacunar mediante las brigadas a más de 1,5 millones de niños y adolescentes hasta fines de agosto venidero con prioridad en barrios periféricos y comunidades aisladas.
De acuerdo con la ministra, la meta es cortar la cadena de transmisión antes de que llegue la primavera austral, cuando la movilidad interna aumenta y el riesgo de contagios se dispara.
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa y puede causar complicaciones graves como neumonía, encefalitis y ceguera, así como la muerte en casos extremos, sobre todo en menores de edad con desnutrición o defensas bajas.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que la transmisión de la enfermedad sigue activa en zonas de alta movilidad urbana y rural.
La OPS pidió en tal sentido que Bolivia acelerara la inmunización y la vigilancia epidemiológica, sobre todo en Santa Cruz, motor económico del país y la región más poblada, donde la circulación del virus podría extenderse a los países vecinos.