Pablo Laurta, el ciudadano uruguayo de 39 años que se encontraba prófugo y es el principal sospechoso del doble femicidio en Córdoba de su expareja Luna Giardina y la madre de esta, Mariel Zamudio, rompió el silencio en la noche del martes al ser trasladado a la provincia de Entre Ríos.
En un momento de alta tensión mediática, mientras la policía preparaba su movimiento desde Gualeguaychú, donde fue detenido el domingo, hacia Concordia, Laurta fue abordado por un móvil de Canal 9 Litoral. Al ser consultado, afirmó categóricamente: “Todo fue por justicia”.
Ante la repregunta periodística, el detenido, cuya detención ha revelado una trama de extrema violencia y planificación, se limitó a reafirmar su oscura justificación antes de que los uniformados cerraran la puerta del vehículo.
Traslado y la imputación por el crimen del chofer
La jornada de este miércoles se centra en la imputación formal de Laurta por el crimen de Martín Sebastián Palacio, un chofer de 49 años. Se lo sindica como el responsable del brutal asesinato del conductor, a quien habría contratado para un traslado desde Entre Ríos hacia Córdoba y cuyo paradero era un misterio desde el pasado 7 de octubre.
El detenido es trasladado a la Capital del Citrus. Allí prestará declaración indagatoria ante la fiscal Daniela Montangie.
El hallazgo de los restos de Palacio se produjo días atrás en un camino vecinal de Estación Yeruá, en el departamento Concordia. Según la información extraoficial, el cuerpo fue encontrado en condiciones de extrema violencia: decapitado y mutilado. Si bien la familia de la víctima aún no se ha presentado para la identificación formal, todas las evidencias recabadas por la Policía, incluyendo elementos hallados en la habitación de hotel de Laurta como la billetera de Palacio, apuntan a que se trata del joven oriundo de CABA.
Se estima que Pablo Laurta permanecerá en Concordia por un periodo de dos o tres días para completar las diligencias judiciales por este caso, antes de ser trasladado nuevamente a Córdoba, donde deberá responder por el doble femicidio agravado y la sustracción de su hijo menor.
La frase de Laurta, "todo fue por justicia", añade un nuevo y sombrío matiz a una compleja investigación que conmociona a ambas provincias.
