El 26 de mayo de 2008 un camión blindado estacionó en la puerta del banco regional de Cuyo, que estaba en calle San Martín 831 de Ciudad donde topa la calle San Lorenzo.
Eran las 14, plena siesta mendocina. Los oficiales se preparaban para ingresar al edificio cuando un supuesto cliente de una heladería cercana sacó una ametralladora que estaba guardada en una funda para guitarra y lanzó varios tiros al aire.
Un hombre en silla de ruedas se quitó una frazada que le cubría las piernas y milagrosamente se puso de pie y empuñó un arma. Pero la puesta en escena era aún mayor. Otro delincuente simulaba ser empleado de limpieza y el resto de la banda estaba en una panchería cercana.
Los dos policías que custodiaban el Regional de Cuyo en la entrada quedaron rodeados. Tras hacer un disparo al aire, la banda robó varios sacos, que contenían unos 300.000 pesos.
Además, les quitaron las armas de tres custodios del camión blindado. Posteriormente, huyeron en una camioneta Jeep Grand Cherokee que los esperaba con el motor encendido.
Por el hecho detuvieron a seis personas. Dos años después, el 28 de julio de 2010, la Quinta Cámara del Crimen condenó a tres asaltantes por robo agravado por el uso de arma de fuego.
Cristian Mercado Montes -el falso paralítico- fue condenado a 13 años de prisión, Juan Carlos Carmona y Martín Villarruel fueron sentenciados a pasar 12 años de cárcel.
En tanto, Andrés Cruz Caporissio (por quien se había pedido diez años) fue absuelto, al igual que Leopoldo Narciso Guirín y Eduardo Cortéz Cárdenas. Este y otros hechos policiales fueron relatados por el periodista Rolando López en su libro “Textos de periodismo para no morir en el bostezo”.
