Un velatorio en la provincia de Tucumán se transformó en una escena de película cuando el protagonista del funeral apareció de repente, gritando que estaba vivo. El joven, que había sido dado por muerto, desató una mezcla de sorpresa, llanto y confusión entre sus propios familiares.
La historia se remonta al 18 de septiembre, cuando la policía de Alderetes fue alertada por un presunto suicidio: un motociclista que se había arrojado bajo un camión. A pesar de que las primeras pericias apuntaban a un suicidio, el fiscal Carlos Sale caratuló el caso como homicidio culposo y ordenó la autopsia.
Al día siguiente, el caso dio un giro inesperado cuando una mujer se presentó en una comisaría de Villa Carmela y, tras reconocer la ropa y ciertas características físicas, identificó el cuerpo como el de su hijo, quien era un NN hasta ese momento. Con la identificación, las autoridades entregaron el cuerpo a la familia para que pudieran realizar el velatorio.
Pero lo que se esperaba que fuera un día de despedida se convirtió en un suceso inolvidable. En medio de la ceremonia, el joven apareció ante todos sus familiares, interrumpiendo el funeral con el grito de "estoy vivo".
Medios locales informaron que el joven explicó al fiscal que había estado consumiendo drogas en la zona de Alderetes durante varios días y no se había enterado de la noticia de su propia "muerte". Tras el asombroso episodio, la Morgue Judicial logró finalmente identificar a la familia del verdadero NN, poniendo fin a la confusión.
