En Etiopía se alza una de las construcciones más asombrosas y desafiantes del mundo: la iglesia Abuna Yemata Guh. Ubicada a más de 2580 metros sobre el nivel del mar, este templo rupestre es considerado el más inaccesible del planeta, y llegar hasta él implica un viaje peligroso y tedioso.
El nombre de la iglesia rinde homenaje a uno de los Nueve Santos que llegaron a Etiopía desde Roma entre los siglos V y VI con la misión de evangelizar y convertir al cristianismo a las poblaciones locales. Estos santos fueron fundamentales en la construcción de monasterios y en la traducción de la Biblia al idioma etíope.

Lo más fascinante de Abuna Yemata Guh es que, según la leyenda, fue el propio Yemata Guh quien excavó la iglesia en lo alto de una escarpada "aguja" de arcilla. Se cree que fuerzas divinas le proveyeron la fortaleza y sabiduría necesarias para levantar este lugar de culto, que se convirtió en la primera y más antigua iglesia de Etiopía. Estudios de radiocarbono han confirmado la presencia de los Nueve Santos en la región durante el período mencionado.
El interior de Abuna Yemata Guh es tan impresionante como su ubicación. Está decorado con murales que datan de los siglos XV y XVI, representando escenas bíblicas, a María, Jesús, los doce Apóstoles y a los nueve santos. Algunos incluso sugieren que estas antiguas obras podrían ser aún más antiguas. Sorprendentemente, debido al clima desértico y la escasa precipitación, estas invaluables obras de arte se han conservado en perfecto estado hasta la actualidad, añadiendo un misticismo especial a este templo único en el mundo.