A pesar de que Brasil se consolidó como el destino internacional favorito para los argentinos en el primer trimestre de 2025, con un crecimiento del 90% en el turismo, la proyección para la temporada de verano 2026 se ve condicionada por la pérdida de poder adquisitivo en los ingresos de muchos argentinos. Si bien playas como Florianópolis, Río de Janeiro y Salvador de Bahía siguen siendo las favoritas, el costo estimado de US$1.500 para una semana en Florianópolis (incluyendo avión, alojamiento económico y actividades) representa un desafío para muchos bolsillos.
Sin embargo, han surgido alternativas prometedoras que podrían reducir los costos a la mitad. La combinación de promociones aéreas, billeteras digitales y plataformas de hospedaje está abriendo nuevas posibilidades. Las billeteras virtuales ofrecen descuentos de hasta el 50% en reservas, con la ventaja de poder pagar con criptomonedas (USDT, USDC) o tarjetas internacionales directamente, evitando así impuestos como el IOF en Brasil o el "dólar turista" en Argentina.
Un factor clave para el ahorro es el sistema de pagos instantáneos Pix del Banco Central de Brasil, que experimentó un incremento del 53% interanual en 2024. Tres de cada cinco argentinos que realizaron pagos en Brasil el año pasado utilizaron Pix a través de plataformas como Belo, lo que les permitió convertir sus pesos argentinos a reales automáticamente, sin comisiones ni impuestos ocultos. Esto eliminó la necesidad de efectivo o tarjetas de crédito, generando un ahorro real en cada gasto.
Manuel Beaudroit, CEO y co-fundador de la fintech Belo, destacó que sus soluciones buscan ampliar las posibilidades de viajar y hospedarse a precios competitivos, reduciendo costos e impuestos. Incluso, ya se observan descuentos significativos en hoteles, como el Sheraton Grand Río Hotel & Resort, con precios un 34% por debajo de lo habitual.
Además de las ventajas en métodos de pago, la posibilidad de viajar fuera de la temporada alta ofrece otra vía para economizar. Meses como marzo o abril (después de Carnaval y antes del invierno), y entre septiembre y noviembre, suelen presentar menos turistas y precios más bajos debido al clima parejo de Brasil, permitiendo disfrutar de la playa durante todo el año de forma más económica.