Alianza electoral

Ulpiano Suarez, Hebe Casado y la bipolaridad de Cambia Mendoza

Mientras la vicegobernadora se prepara para sumarse a La Libertad Avanza, el intendente capitalino afirma que "no se pintará de violeta". El juego a dos puntas de Alfredo Cornejo para contener a su electorado.
viernes, 23 de mayo de 2025 · 12:49

Se acercan tiempos de definiciones y el gobernador Alfredo Cornejo apuesta a un juego de equilibrio para poder contener el electorado de Cambia Mendoza en las próximas elecciones. Por un lado tiende puentes con la Casa Rosada a través de su vicegobernadora, Hebe Casado, quien ya abandonó las filas del PRO y se prepara para afiliarse a La Libertad Avanza. Pero al mismo tiempo, le pone el brazo sobre los hombros a los radicales mendocinos que, como dijo el intendente de Ciudad Ulpiano Suarez, no tienen ninguna intención de "pintarse de violeta".

No hay dudas de que existen varios puntos en común entre el modelo de gestión que pregona Alfredo Cornejo y la política de motosierra de Javier Milei. Pero así como existen coincidencias, también son notorios los contrastes. Y es allí es donde varios radicales se confiesan incómodos. Lo hizo Ulpiano Suarez -aunque destacando las coincidencias con el plan económico de Milei- y también lo han hecho de manera más enfática históricos como el diputado nacional Julio Cobos.

Para salir de la encerrona, Alfredo Cornejo abre los brazos e intenta abrazarlos a todos en un mismo espacio. Es un territorio en el que tiene experiencia y que le ha dado resultados en el pasado. Sin ir más lejos, ese fue el secreto del éxito de Cambia Mendoza cuando pudo juntar al PRO con Libres del Sur para competir contra el peronismo en Mendoza allá por el año 2015. 

El desafío de Cornejo es lograr que el potencial acuerdo con La Libertad Avanza que se de en un marco de condiciones que les permita tragarse el sapo a los radicales de estómago sensible. Pero eso dependerá de la flexibilidad que muestren los hermanos Milei a la hora de rubricar ese pacto. Hoy el "triángulo de hierro" (Javier Milei, Karina Milei y Santiago Caputo) tiene cartas en la mano como para imponer ellos las condiciones. Incluso, Cornejo sabe que tiene más que perder si no hay acuerdo que si deja algunos radicales correligionarios sueltos por el camino.

Por eso hay que prestar especial atención a la jugada de Hebe Casado. La clave de la negociación -más allá del color de la boleta o si las elecciones son concurrentes- está en los nombres que integrarán las listas. No solo de candidatos a diputados nacionales, sino, sobre todo, para la Legislatura de Mendoza. Hoy existe un ala importante de libertarios mendocinos que son críticos del cornejismo. Nadie debería sorprenderse si a la hora de confeccionar las listas de candidatos esos "leones" son desplazados por otros que no vean a Cornejo como un enemigo.

En eso también tiene experiencia el gobernador de Mendoza. En el pasado supo aplicar la misma receta para que los nombres de candidatos que le correspondían al PRO o al PD fueran ocupados por amarillos o gansos que le respondían. Ejemplos sobran: Josefina Canale, Guillermo Mosso, Enrique Thomas, Pablo Priore, Hebe Casado, entre tantos otros. Cuando el PD y el PRO dejaron Cambia Mendoza, se fueron diezmados porque algunos de sus legisladores se quedaron con el oficialismo. 

El acercamiento de Hebe Casado a Karina Milei -con Patricia Bullrich como puente- le da poder en la negociación de las candidaturas. Para Cornejo no es lo mismo que La Libertad Avanza proponga como legislador provincial al empresario José Luis Vargas que organizó un acto junto a Hebe Casado, a que el PD o Facundo Correa Llano pidan una banca para dirigentes que la usen para cuestionar al gobierno provincial como ocurre con el senador Armando Magistretti.

En esa pulseada también hay que tener en cuenta a un jugador poderoso que forma parte de Cambia Mendoza pero no goza de la confianza del gobernador Alfredo Cornejo. Se trata del ministro de Defensa, Luis Petri, quien también tiene intenciones de colocar gente de su equipo en las listas legislativas provinciales. Para Cornejo el poder ascendente de Petri es un dolor de cabeza que preferiría evitar. O al menos postergarlo hasta que esté más cerca el 2027 y se desate definitivamente la competencia para que aparezca un sucesor.