Sobre un universo de 14,5 millones de personas registradas (asalariados formales, más jubilados) nadie se salvó de perder ingresos durante la gestión de Javier Milei, mostrando una trayectoria de “desencanto”, afirma la consultora Equilibra, sobre la base de datos oficiales.
Desde fines de 2023, “de menor a mayor, la pérdida de ingresos acumulada, medida en cantidad de meses, durante la gestión Milei fue: asalariado privado formal (0,7 meses); jubilación mínima (2,3); empleado público provincial (3,6); jubilación arriba de la mínima (4,2) y empleado público nacional (5,8)”, señala el Informe.

A esto se agrega “por si fuera poco”, que el empleo formal total cayó 3,5% con Milei (500.000 personas). Tomando sólo los asalariados formales, la baja fue de 2% (200.000).
La pérdida acumulada es de 2,1 meses de ingreso real registrado. “Esto llevó a muchas familias usar stocks o endeudarse para cubrir lo perdido, con la expectativa de que la caída era transitoria y la recuperación futura permitiría reconstruir stocks/pagar deudas”.
Además, si se utiliza el IPC actualizado (ENGHo 2017/18) -que pondera más los servicios-, la pérdida de los ingresos actuales es 1,5 puntos porcentuales mayor vs la medición vigente, elevando el acumulado de 2,1 a 2,3 meses. Además, la pérdida de ingresos fue mayor en el conurbano bonaerense que en el interior del país.

El Informe señala que durante los dos primeros años del gobierno de Javier Milei, estos ingresos siguieron una trayectoria del tipo “raíz del desencanto”. Tras una caída inicial del 19% versus el promedio enero-septiembre de 2023, hubo una recuperación parcial hasta febrero de 2025 (94% del nivel previo), seguida por un estancamiento y leve retroceso.
La trayectoria del ingreso real difiere entre grupos registrados. Frente al período enero-septiembre de 2023, la recuperación de ingresos fue plena sólo para los asalariados privados formales. El resto siguió por debajo: para los jubilados que cobran la mínima, la baja fue de 9%; para los empleados públicos provinciales y jubilados que no cobran la mínima alcanzó 12% y para los empleados públicos nacionales el retroceso en ingresos fue de 35%.
La trayectoria del ingreso real registrado -caída profunda, recuperación parcial y estancamiento- podría ser una “raíz del desencanto”: la sociedad aceptó el ajuste esperando una mejora, pero al no verla, vuelve al descontento.
“Creemos que este tipo de trayectoria conduce a una frustración social; no por la magnitud del ajuste, sino la falta de mejora: cuando la recuperación se interrumpe, se erosiona la tolerancia social y surge el desencanto”, precisa el Informe.